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Mostrando las entradas de marzo, 2019
No soporto a SVS. Es un ser petulante, grosero, mal educado, mal intencionado, violentísimo, agresivo, iracundo, aprovechador, egoísta, narcisista, amargado y triste. No soporto tener que compartir con él de lunes a jueves, aunque sean sólo un par de horas. No soporto estar cerca de él, porque su sola presencia despedaza mi buen humor y absorbe mi energía y me contamina con su miasma pegajoso y pestilente del que no logro desprenderme hasta pasado un buen rato después de estar cerca suyo. ¡Es una pesadilla! Disfruto tanto los días que toma vacaciones o que sencillamente está callado en su escritorio y no tengo que compartir con él nada más que un saludo, cordial y distante (no tan distante como quisiera) porque aunque sea escucharlo de lejos, aunque sea verlo de lejos, me deprime y me genera una desagradable sensación de asco y rabia, una rabia que no es mía: que se irradia de las penosas frustraciones de su ego autoflagelado. Y lo que más me molesta de SVS no es que le grite a los

Soy Gibraltar

Soy Gibraltar y me dedico a la escritura. Nací al amparo del nueve (el número nueve) en un tierno bascular entre mis consonantes y mis sílabas, sílabas cuyo vals evoca el cálido palpitar del seno materno. Gi-bral-tar, Gi-bral-tar, Gi-bral-tar. Y es que a veces, cuando cierro los ojos y apago el olfato, cuando olvido que pensar puedo, lo único que escucho es la rítmica melodía del silencio más profundo que imaginar pudiera una mente, un silencio ancestral y esencial que en su infinita negrura abarca y arrastra ideas, fonemas, conceptos y astros, todo al son de su compás meditabundo. Gibraltar es lo primero que escucho cuando desarmo mis pensamientos; Gibraltar me susurra el demiurgo en sueños de útero, en su lenguaje trino, y me lo ha susurrado desde antes de que mis ancestros pisaran la tierra y de que capacidad de oír tuviera. Me lo ha susurrado desde antes de Gibraltar, desde antes del demiurgo mismo y de cualquier concepto en cualquier esfera.  — Gibraltar

Vicio vocal

Con una A de arrogancia comienzan sus abecedarios Con un pesar mayúsculo sobre sus dorsos al andar De males mordientes que carcomen sus entrañas De karmas cósmicos e ideas fugadas             BRILLANTES que no se ejecutarán. Originales de hombresmujeres Adimensionales para los estándares De la obcecada, ciega y necia             HUMANIDAD Originales de almas que Con una E de estoico ego crean palabras inaccesibles Para arrinconar su Verdad. Una daga les atraviesa el espinazo Ni se siente al respirar aire oscuro de desechos: brisa pétrea de ciudad; Mas si blanca llega a ellos             CALMA el dolor perpetuará Sus roídos huesos ¡un estrepitoso craquelar! Y la I de inmovilidad Invadirá muy pronto el seso Ahí donde mora la inteligencia Alguna forma encontrará De camuflarles sus decesos De enfocarse en lo que vendrá                                         (si viniese) Pero el angustioso anhelo de analgesia               DESEO Que con una O de odio En l